Un regalo de Sergio Astorga

viernes, 26 de junio de 2015

Seis: Donde habite el recuerdo




Todo lo que es hermoso tiene su instante, y pasa

Luis Cernuda 







Romper el silencio por fin para el reencuentro. Quitar las telarañas y abrirse paso a medias  por entre cachivaches y palabras sonoras.  Abrir de par en par las ventanas oscuras. Recuperar apenas todo lo arrinconado.  Devolver luz y brillo a la memoria esquiva. 

Sabes que por nada del mundo faltaría a la cita.  Y es que te dejas ver continuamente en tanto, que me muero de ganas por reinventarte vivo. Ya no son necesarios apuntes o sonatas: me basta simplemente con recordar que fuiste y que yo también fui la que hoy no puedo ser.  Y en ese ir y venir de charlas imposibles, la pompa se hace añicos... el instante se va.

Tengo la sensación de que todo lo escrito antes suena extraño, como un estúpido y cursi ripio. Menos mal que tu música y Cernuda pueden arreglar este desaguisado.

Te sigo echando mucho de menos.  Y a veces me haces tanta falta...



Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo solo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.



Carole King - You've got a friend - (Tienes un amigo)