Un regalo de Sergio Astorga

sábado, 28 de julio de 2012

Britten y Blake: intuir lo trascendente




A Carmen y Miguel, felizmente recuperados hace tres años
y, con ellos, mi propia infancia.










"If the doors of perception were cleansed, every thing would appear to the man as it is: infinite."
"Si las puertas de la percepción se purificasen, todo se le aparecía al hombre como es: infinito."


William Blake - The marriage of Heaven and Hell


W.Blake(1757-1827) Jacob's Ladder (La escala de Jacob). Acuarela. circa 1800. British Museum.




Sostiene mi querido Miguel desde hace muchos años que todo lo que nos rodea, el entorno natural y social en el que nos movemos es pura contingencia y que tan solo unos pocos llegan a intuir en un momento de su vida que hay algo más allá del mundo en el que estamos inmersos. Y que ese algo más que trasciende, por su propia naturaleza, es inaprensible o inaprehensible pues si llegásemos a verlo con mayor o menor claridad o certeza, perdería irremediablemente y por ese mismo hecho su condición de trascendente.

No vayan Vds. a pensar que quien esto decía y quienes escuchábamos nos habíamos fumado o ingerido algo extraño. La conversación tuvo lugar a tres bandas, un lunes caluroso y tranquilo de hace pocas fechas, en una terracita de la calle Preciados de Madrid y delante de 3 bebidas sin alcohol. Y en buena parte, el punto de partida de la conversación había girado en torno a la exposición que sobre William Blake ofrece CaixaForum de Madrid. De sus acuarelas o temples fuimos pasando, sin solución de continuidad, a sus libros de poemas, especialmente "Matrimonio del cielo y el infierno" y, de ahí, a los muchos puntos de similitud que existían entre las teorías y pensamientos del británico y las que desde hace bastantes años defiende mi amigo querido. La conversación fue derivando de forma plácida a intentar descifrar o intuir cómo podíamos definir (si es que podíamos) lo que era para nosotros el concepto de trascendencia, qué había en ello de poso religioso o no, de cultura heredada y hasta qué punto la relación que mantenemos los tres podía ser fruto de una casualidad y si era contigente o trascendente para cada uno de nosotros.

Llegamos a varias conclusiones interesantes, aunque cada cual aportaba matices diferenciadores. Finalmente estuvimos de acuerdo en que esa intuición no era una creencia religiosa o una necesidad de ella; tampoco una herencia cultural, aunque ambas pueden ser diferentes formas de trascendencia para quien las vive. Era algo distinto y había en esa predisposición a intuir un claro signo de voluntad, (esto es, de querer intuir) y no poca necesidad de búsqueda del conocimiento y de la propia esencia. Después de poner en solfa unas cuantas cosas, de recordar el mito platónico de la caverna y de aplicar todo lo hablado a nuestra propia relación, nos despedimos entre risas, abrazos y besos.

Pero durante el camino de regreso, mientras el metro iba comiéndose lentamente las estaciones, el libro de poemas de Blake comprado por la mañana en la exposición  y apenas intuído por primera vez en su totalidad,  fue cobrando cada vez más fuerza entre las manos. Cuando llegué a casa, la sinestesia que en su día llevó a Britten a componer una hermosísima serie de piezas basado en dicho poemario me llevó a buscar el disco comprado hace poco, con inmediatez, casi con urgencia y adquirió por fin todo su significado.

Podrán objetarme Vds., mis queridos lectoyentes y no sin razón, que con qué humos retoma la bitácora  la condesa. Pues no va y, contrariando ella también su propio natural alocado, casquivano, ligero y frívolo, va y nos encasqueta un post sobre la trascendencia... Y eso sin contar con que han pasado dos meses y medio desde su última entrada en que, aprovechando lo apropiado y concordante del tema, se despidió a la francesa.

Pues sí, tienen toda la razón del mundo, pero han pasado muchas cosas, y no precisamente buenas, en estos dos meses y es lo que me pide el cuerpo. Eso sí, no les arriendo las ganancias, que la aristócrata azul cuando se pone en ese plan es todavía más plomífera aún que en circunstancias normales y propicias. No sé si me disculparán o no por ello, pero me apetece mucho hablar sobre Blake y Britten, de modo que abróchense los cinturones o desciendan en este preciso momento del aeroplano (¿se dice así, verdad?), que despegamos.

Y empezamos por don Guillermo, que ya llegará el momento de hablar del barón B.B., por aquello de que a los colegas de nobleza se les deja siempre para que "cierren plaza".

Y comenzamos con él porque tendrán que reconocerme que lo del señor Blake tiene su aquel. Y es que nuestro excelente poeta, filósofo y pintor, rarito, rarito, lo que se dice rarito, lo era un rato. Sí señor, que desde bien pequeñín apuntaba maneras. Es más, a los 8 añitos y en plena y tierna infancia se descolgó con que había tenido una visión de un árbol cuajadillo de ángeles. Y lo soltó en casa así sin más. Vamos, que si no llega a ser por la protección de su madre que andaba al quite, su padre se quita la zapatilla y le deja el infantil trasero del color de la túnica púrpura de un nazareno, por embustero.

Y no es baladí el uso de la palabra nazareno. Que la religión o, mejor dicho, religiones, lo marcarán profundamente desde muy temprana edad. Llegó a crear su propios cosmogonía y panteón en los que la figura de Jesús destaca de forma especial. Algunos podrán llegar a pensar que lo que realmente tenía en su cabeza imaginativa y sensible era un cacao de padre y muy señor mío. Pero su pensamiento, lleno de contradicciones y lagunas, tiene con todo una cualidad que lo hace importante, muy importante: no  eran meras disquisiciones, elucubraciones sino toda una filosofía vital. Su vida fue un fiel reflejo de lo que pensaba, decía, creía firmemente, recreaba, imaginaba, fantaseaba. Pocos ejemplos hay de mayor coherencia vital. Y su obra es, lógicamente, el espejo en el que sus teorías tomaban cuerpo.
Además y para cerrar este párrafo definitorio creo que si hay una palabra que lo califica y que haya sido usado por sus admiradores, detractores, biógrafos o estudiosos esta palabra es: misticismo.

Leyendo sus poemas y también el excelente estudio sobre su vida, pensamiento y obra plástica que el poeta Luis Cernuda publicó a modo de prólogo en la edición que Visor de Poesía dedicó en 1979 al artista inglés, lo primero que me vino y me viene a la cabeza es la palabra caos. Y a continuación, contradicción, inseguridad, eclecticismo y a eso pueden añadirle también todos los adjetivos "dionisíacos" que se les ocurran. Pero de todo ese mundo virtual riquísimo y caótico, surge una teoría filosófica y unos proverbios y poemas cargados de tanta oscuridad como belleza.

Bastante larga es ya esta entrada río de retorno, como para explicarles mi torpe impresión sobre lo que en estos días he leído. Pero sí que les invito encarecidamente a que, segura como estoy de que ya conocen su producción pictórica, de dibujante y grabador, se acerquen a sus poesías y máximas con curiosidad y mente abierta. Si Matrimonio del cielo y el infierno puede que les resulte abstruso en ciertos pasajes, les aseguro que gozarán con la hermosura de Cantos de Inocencia y Cantos de experiencia. Y aunque no sepan inglés traten de leerlo en versión original o bilingüe. Apóyense en la traducción al castellano si no dominan la lengua de Shakespeare (como es mi caso) para disfrutar de la música con que fueron concebidos en inglés. El esfuerzo extra les merecerá la pena. Doy fe de ello.

Y es ahora cuando ha llegado el momento de hablar de la composición que sobre los mismos escribió Benjamin Britten. No es la primera vez que una obra de este insigne británico pasa por las Variaciones. Hace relativamente poco tiempo y aún menos entradas tuvieron la oportunidad de escuchar la Guía de Orquesta para Jóvenes, sobre un tema del Abdelazar de Purcell.

Reconozco que su música me fascina desde hace mucho tiempo y conforme voy descubriendo nuevas obras dicha fascinación crece. La crítica especializada lo considera uno de los grandes compositores del siglo XX. A pesar de su heterodoxia musical en época difícil que lo alejó del "buen hacer" de la música inglesa para acercarlo "peligrosamente" (en palabras de sus compatriotas músicos) a Alban Berg, Shostakovich o Stravinsky; no obstante su incomprendido pacifismo en época de entreguerras, de la que su famoso War Requiem es un buen fruto y aunque sus apetecencias sexuales escandalizaron con frecuencia y aun hoy a la sociedad occidental, sus contemporáneos no dudaron en hacer suyo y otorgarle semejante título. Y sin duda alguna el calificativo es acertadísimo.

Añadiré que esta obra es un viaje literario, a los que tan acostumbrados nos tiene el barón, por los libros de poemas del de Londres más arriba mencionados. De ahí su título, Cantos y proverbios de William Blake. Fue compuesto para un barítono por el que yo siento una especial debilidad: Dietrich Fischer-Dieskau, en 1965. Y la dedicatoria tiene mucho que ver con que el alemán estrenara tres años antes su Requiem de guerra y con el inicio de una relación que sería fructífera durante muchos años, tanto en el terreno musical como en el personal.

W.Blake(1757-1827) Newton. Óleo sobre lienzo. 1795-1805. Tate Britain. 


Britten compuso a lo largo de su vida multitud de piezas para tenor que serían interpretadas por su amor, Peter Pears, pero también componía de vez en cuando para otras tesituras. Tras el inicio del trabajo conjunto con Fischer-Dieskau en el Requiem y antes de la composición de la obra que hoy nos ocupa, Britten compuso  en 1963 para Pears y el alemán, Cantata Misericordium.  Incluso llegaron a tener un proyecto de crear una ópera sobre el Rey Lear de Shakespeare en el que el barítono tendría el papel del propio rey. Pero mientras el proyecto se llevaba o no a cabo, surgió en 1965 esta obra que hoy les traigo. La dedicatoria rezaba y reza: "To Dieter: the past and the futur" (Para Dieter: el pasado y el futuro).

No era la primera vez que el compositor se acercaba a la obra de Blake puesto que había aparecido ya su poesía en varias de sus composiciones, como la Sinfonía de Primavera o en Canciones de Cuna.
Pero es esta la obra dedicada plenamente a la obra literaria del pintor, visionario y místico. Seguramente sea el más oscuro de los ciclos literarios de Britten, pero esa característica nos habla de cómo se adaptó el músico al tono de los cantos y proverbios. No es fácil la lectura de dichos cantos. Pasan con facilidad de la metáfora más pura a la más cínica de las de las provocaciones. Ponen en entredicho a menudo la condición humana o nuestras relaciones entre lo divino y lo terreno. Además de ello, la voz del barítono contribuye muy especialmente a aumentar esa sensación.

Fue su pareja, Peter Pears, el que realizó la selección de los textos. Y la obtuvo de los libros ya antes mencionados de Matrimonio del cielo y el infierno, Cantos de Inocencia, Cantos de Experiencia.  Cada proverbio antecede y explica el estado de ánimo del canto que se escuchará a continuación. O bien, por el contrario, es una reflexión prudente y silenciosa sobre el anterior escuchado. El dodecafonismo está más presente en la obra de lo que muchos pretenden reconocer. Se respira con frecuencia un romanticismo desolado, a la manera de Schoenberg...
Pero creo que con la entrada aquella del vienés ya tuvieron Vds. bastante como para redundar en la materia.

Si quieren saber más de la vida y obra de los dos británicos pueden acudir a la socorrida wikipedia que les ilustrará de forma breve sobre las mismas. Porque yo ahora lo que estoy deseando es darles a conocer una parte pequeña de esa sinestesia inteligente, delicada, perfectamente entendida y tejida como una segunda piel a las palabras, que Britten provocó al poner música a los cantos  y proverbios del londinense.

Con algunos de dichos proverbios y cantos les dejo pues, no sin antes hacerles una pequeña aclaración. He revuelto Roma con Santiago para intentar encontrar una versión interpretada por el propio barítono alemán pero no la he conseguido. Tendrán pues que conformarse con la que tengo, una muy digna versión cantada por Roderick Williams.

Si han conseguido llegar hasta aquí, sepan que todavía les queda casi, casi lo más difícil. Para no hacer este post definitivamente kilométrico e insoportable he obviado el texto original en inglés (al que pueden acudir con el enlace que aparece en la nota discográfica) y les presento directamente la excelente traducción al castellano que realizó Soledad Capurro en 1979.

A partir de ahora, espero poder retomar con un cierto ritmo y asiduidad las publicaciones en esta bitácora, pero sean indulgentes, que los tiempos andan difíciles para todos.

Mientras tanto llega otra nueva entrada, que prometo será mucho más ligera que ésta, háganse el inmenso favor de disfrutar el verano con las horas de solaz, descanso y diversión y háganme a mí el de volver pronto de vacaciones para que pueda marcharme yo.

Si hay que cargarse a la dichosa prima, no duden en llamarme que acudiré rauda y encantada.

Y por supuesto, intenten ser felices.



B.Britten (1913-1976). Songs and Proverbs ofWilliam Blake (Cantos y Proverbios de William Blake). 1965. Roderick Williams, barítono, Iain Burnside, piano. Naxos, The English Song Series . 22. 2012. Poemas originales.
1 Proverb I
2 London
3 Proverb II
4 The Chimney-Sweeper
5 Proverb IV
6 The Tyger














Proverbio 1




El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.
La lujuria del macho cabrío es la gracia de Dios.
La cólera del león es la sabiduría de Dios.
La desnudez de la mujer es la obra de Dios


Londres




Me paseo por cada noble calle,
Cerca de donde el privilegiado Támesis fluye,
Y noto en todos los rostros que encuentro
Huellas de debilidad, huellas de infortunio.


En cada grito de cada Hombre,
En cada grito de terror de un Niño,
En cada voz, en cada pregón,
Oigo las esposas forjadas por la mente.


Como el grito del Deshollinador
Que horroriza cada ennegrecida Iglesia;
Y el desventurado suspiro del Soldado
Cae en sangre por lo muros del Palacio.


Pero sobre todo escucho en la medianoche a través de las calles
Cómo la blasfemia de la joven Ramera
Mancha la lágrima de un Niño recién nacido,
Y arruina con pestes el fúnebre carro Nupcial.




Proverbio II




Las Prisiones son construidas con piedras de la Ley, los Burdeles con ladrillos de la Religión.




El deshollinador




Una cosa pequeña y negra entre la nieve,
Gritando:"¡deshollina!, ¡deshollina!", ¡con notas de infortunio!
"¿Dónde están tu padre y tu madre? ¿Lo dirás?"
"Ambos han ido a la iglesia a rezar.


Como yo era feliz sobre el brezal,
Y sonreía entre la nieve del invierno,
Me vistieron con las vestiduras de la muerte,
Y me enseñaron a cantar las notas del infortunio.


Y como soy feliz y bailo y canto,
Ellos piensan que no me han hecho daño,
Y han ido a alabar a Dios y a su Sacerdote y al Rey,
Que hagan un cielo de nuestra miseria."




Proverbio IV


Piensa por la mañana. Obra al mediodía. Come por la tarde. Duerme por la noche.






El Tigre


¡Tigre! ¡Tigre!,  reluciente incendio
En las selvas de la noche,
¿Qué mano inmortal u ojo
Pudo trazar tu temible simetría?


¿En qué lejanos abismos o cielos
Ardió el fuego de tus ojos?
¿Sobre qué alas se atreve a elevarse?
¿Qué mano se atrevió a tomar el fuego?


¿Y qué hombro, y qué arte
Pudo torcer el vigor de tu corazón?
Y cuando tu corazón empezó a latir,
¿Qué espantosa mano? ¿Y qué espantosos pies?


¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno estaba tu cerebro?
¿Qué yunque? ¿Qué espantoso puño
Osa abrazar sus mortales terrores?


Cuando las estrellas tiraron sus lanzas
Y mopjaron el cielo con sus lágrimas,
¿Sonrió al ver su obra?
¿Aquel que hizo al Cordero, te hizo a ti?


¡Tigre! ¡Tigre!, reluciente incendio
En las selvas de la noche,
¿Qué mano inmortal u ojo
Pudo trazar tu temible simetría?


(Traducción Soledad Capurro para el libro antes mencionado con obras de W. Blake de Colección Visor de Poesía. Madrid, 1979. 5ª edición, 2003)



13 comentarios:

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Que bueno que se haya producido el regreso a la eterea red de telaraña de pixeles, unos y ceros. No importa si es largo, no sere yo justamente quien se queje de ello (que los quejosos vienen solos en manada a decirme solo eso), asi que a disfrutar del regreso, de la historia y la musica. Escuchando....

alestedemadrid dijo...

Está bien que esta entrada sea larga para compensar las ausencias. Y no se puede despachar a Blake en cuatro líneas. Me acabas de descubrir a Britten, y lo estoy disfrutando un montón, especialmente porque has tenido el detalle de añadir los poemas. El del tigre siempre me ha fascinado.
Un abrazo fuerte y te deseo lo mismo en estos días: tranquilidad, alegría, risas compartidas... (añade aquí lo que te apetezca)

Isabel dijo...

Luego vuelvo para disfrutar tu intuyo estupenda lectura y conclusiones. Me estoy oerdiendo una tertulia mañanera en torno a un desayuno tardío.

Besos entrañables.

Charles de Batz dijo...

Mire por dónde que a cada uno, un camino diferente le lleva al mismo sitio: como la vida de igual.

A W. Blake le conocí yo por ese mismo poema que encabeza su escrito, pues sirvió para bautizar a un grupo al que frecuenté mucho en mis tiempos de adolescencia disoluta e iletrada: The Doors. Al Huxley parece que también le gustó la idea, aunque ese sería ya otro cantar.

Así que rememorando aquellas músicas, y por supuesto las que usted nos sugiere, cerraré mi comentario manifestando mi alegría por su vuelta. No nos haga esperar tanto hasta la próxima...

Mucha salud

Paz Juan dijo...

Alejandra

Querida Alyx. Jajaja, pues si a Vd. se le quejan a mí, casi, casi me procesarían. Le pido fervientemente que continué Vd. con su historia Norte-sur. A mí me tiene fascinada y enganchadísima.
Y espero poder retomar ahora el blog ya con normalidad,

Un abrazo bien fuerte que llegue al otro lado del charco y caliente un poco ese invierno austral tan frío.

Aleste

Querida Aleste. Si le apetece, le puedo enviar el disco entero, no habría el menor problema. Si quiere, mándeme un correo a blogfreia@gmail.com y hablamos,
Por lo demás, a mí me ha pasado lo contrario que a Vd. Conocía bien al Blake artista plástico, pero no sus poemas y proverbios y también me han fascinado.
Y gracias por sus palabras y sus buenos deseos, que intentaré se cumplan.

Un abrazo bien fuerte.

Paz Juan dijo...

Isabel

Querida costurera, espero que pudiese disfrutar la tertulia y el desayuno, que aquí se puede vol er cuando se quiera y tiempo tiene entre post y post, jajaja, para poder hacerlo.. Es más, las entradas de este blog van a tener que dividirse en etapas para hacerlas llevaderas, como el tour de Francia.

Un abrazo fresquito y grande para Sevilla y para mi costurera guapa.

Charles

Mi buen caballero de Batz. ¿Sabe que me enteré del origen del nombre de The Doors mientras preparaba esta entrada? Tenía una amiga fascinada por el grupo y enamoradísima de Jim Morrisson, que me daba con ellos la barrila todo el día cuando teníamos trece años, allá por 1970. A mí siempre me costó entrar en la música anglosajona, por aquello de no entender las letras. Digamos que los escuché a menudo hasta que llegó aquella canción de "No me molestes mosquito" y definitivamente abandoné su escucha.
Por lo demás, supongo que el hombre tiene sed de altura y de pureza. Por eso la preocupación por lo trascendente está ahí, a lo largo de la historia. Y aunque los caminos sean distintos, acaban confluyendo.
Yo espero que Vd., la ilustre dama de Batz y el piratuelo estén ya a punto de esas vacaciones fantásticas en eses país del que yo también he estado siempre enamorada, aunque sepa tan poquito de él. ¡Aysss, la France! Disfrute, estudie y luego compártalo con nosotros, retirando la nube.

Un abrazo muy, muy, muy fuerte a los tres. Cuídese mucho, por favor.

RGAlmazán dijo...

Querida condesita, me alegro de su vuelta. Hace tiempo que no tenía relaciones aristocráticas y el mono me estaba atenazando.
Como puede imaginar, no conocía a Britten y menos a Pears. De Blake algo sabía y siempre me ha parecido un grandísimo poeta, aunque conozca sólo una parte de su obra.
Pues eso, como siempre, con usted siempre se aprende, y no están los tiempos ni las primas para despreciar conocimientos. Así es que, querida aristócrata no nos olvide y vuelva pronto.
Espero que todo lo demás, le vaya bien.
Un beso

Salud y República

Anarkasis dijo...

lemetío un par de vueltas a los 6 mp3, y está la cosa aridilla para mí, si me los cambias de lugar ni me entero de cual va primero,
coste que la segunda vuelta ya se la dí porque usted promete que es todo una sinestesia muy muy bizarra... pero así en cantata-tapergüé,... ¿? debe tener perdída la sal o yo ando mal del gusto, pero todo el sacrosanto misterio que usted le logra tomar y en lo que vió la luz, que a mi se me enturbia,
por lo demás va a lograr que le de un vistazo a Blake y relea sus parapoemas, lo peor será cuando encuentre algo del Britten y lo ponga a toahostia a ver si así me entra.... Para un amante que me queda por casa,... igual coge y se va con su madre y me demanda por maltrato musical, ¡vamos a ponernos el peor de los casos! que le guste y que se vaya con su madre como hizo el bizarro Jim Morrison

Paz Juan dijo...

Rafa

Mi buen caballero Kabileño. En primer lugar, gracias por sus palabras. Sabe Vd. bien que nunca fue mi intención tener el blog en barbecho y que el retiro provisional ha sido enteramente contra mi voluntad. Nose preocupe que tengo otra entrada cociéndose en el horno y antes que eso, tengo otra de celebración.
Confieso que yo al señor Pears tampoco lo tenía muy controlado, aunque fue la pareja estable de Britten de toda la vida, por encima de escarceos y ligues esporádicos. Estoy segura de que buceando en la red podríamos hasta encontrar grabaciones suyas.
Y de Blake yo recuerda sobre todo un espléndido día de visita en la Tate Britain y, mucho antes, allá por 1977, cuando todavía era la Tate Gallery.
Confío en que por las Kabilas haga menos calor que por aquí. Un abrazo bien grande a toda la familia y dése un bañito por el señor conde y por mí.

Paz Juan dijo...

María

Una pequeña matización. El copyright de la palabra blogocosa no es mío, aunque me considero una fiel usuaria. Si la memoria no me falla, yo creo que la alumbró Manuel Ortiz e inmediatamente adquirió carta de naturaleza.
No se preocupe Vd., que la entrada no la entendí ni yo y además me sgotó igualmente, yo sé que es un error (ya lo decía Manuel también) escribir entradas largas pero esque cuando me pongo, me da la incontinencia verborréica y acabo siendo muy, pero que muy pesá.
La próxima será, nosé si más corta, pero sí mucho más ligera.

Y que me alegro de haberles visto a los dos tan bien. Ha sido una alegría grande,
Fíjese Vd. en las cabañuelas y luego me cuenta.

Un abrazo doble fe los dos.

Paz Juan dijo...

Anarkasis

Querida, ¡cómo espero yo sus comentarios! Me encanta porque es señal de que no solo los lee, sino que los estudia y eso para mí es el mayor honor.
El orden de factores puede alterar el producto pero aunque yo he intentado tsmbién encontrar el hilo conductor de toda la obra, confieso que, en ocasiones también me pierdo. Y adoro la música de Britten pero mucho más en el plano de lo emocional y del gusto, que de la comprensión intelectual.
Y hágame. Vd. el favor de no martillear al amante Rodríguez que todavía le queda no sea que, efectivamente, le abandone por una larga temporada. Tenga Vd. en cuenta que el mercado de amantes está francamente mal y ahí si que la prima de riesgo se dispara. Que ríete tú de la del Ibex-35
Y para que Britten le entre no hace falta que se lo ponga a toda hostia. Sí quiere le dejo alguna grabación como intérprete que así le resulta más fácil. De todas formas, la música del XX es como la tónica. Cuando la pruebas más, te gusta.
Y por cierto, querida. El hecho de que no pueda atracarme de Manhattans no quiere decir que no montemos alguna cuando todo esté ya bien. Yo puedo alternar con Singles, perfectamente, que adoro el gengibre desde siempre y ahora ya, con la planta natural esa edulcorante que han descubierto, ni siquiera hay que echarle sacarina.

Fasolt le manda respetuosamente sus mejores ínfulas y yo le mando un beso y un abrazo muy fuertes, querida,

Isabel dijo...

Yo tuve la percepción el otro día de que iba a disfrutar nuevamente de esta entrada y por estoy aquí. Eso sí, sin hacer caso del provervio IV porque no comer hasta por la tarde es muy duro.

Me alegro de que tenga ganas de deleitarnos y de verla por aquí.

Como siempre gracias por la enseñanza y un fuerte abrazo.

Paz Juan dijo...

Jajaja, querida costurera. Coincido plenamente con Vd. en la apreciación acerca del último proverbio.
Me alegro de que haya disfrutado la entrada.
Y no, no han sido ganas lo que me faltaron para haber hecho tan larga la ausencia. Digamos más bien que fue un retiro forzoso. Ahora todo va volviendo poco a poco a la normalidad, con lo que seguiré dando la murga todo lo que Vds. me dejen.

Un beso enorme, Isabel.