Un regalo de Sergio Astorga

miércoles, 16 de febrero de 2011

Recital de Matthias Görne

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Anteayer tuve la enorme suerte de asistir en el teatro de la Zarzuela a un recital del barítono alemán Matthias Görne, acompañado al piano por el vienés Helmut Deutsch. El programa era especialísimo: un monográfico de lieder de Franz Schubert.

De sobra saben Vds. que un lied del austríaco es, en opinión de expertos y profanos, el más exquisito de los bocados. Por esa misma razón es preciso que quien lo interprete, sea él o ella,  tenga abundantes dosis de delicadeza, capacidad de matizar y, sobre todo, sabiduría musical y artística para comunicar la infinita variedad de emociones, sentimientos y sensaciones que se desprenden del texto y, de forma especial, de la  música. Matthias Görne tiene sobradas condiciones para ello. Él ya sabía que no estaba en plenas facultades cuando antes de iniciarse el recital mandó anunciar que se retiraba de programa Der Schmetterling (La mariposa). Pero la primera parte transcurrió de una forma deliciosa. Ayudándose de ciertos trucos a los que cualquier cantante por muy bueno que sea ha acudido en momentos no plenos, buscando apoyos en la cubierta del piano y alzándose sobre un pie u otro alternativamente, la voz sonaba más que suficiente, matizada y, por encima de todo, con un timbre bellísimo como es el suyo. En la segunda parte y dada la longitud y dificultad del programa, su voz andaba más tocada y caló un par de veces en Abschied von der Harpe (Despedida del arpa).  No dio, lógicamente, ninguna propina pero el savoir faire de un profesional se nota hasta en esos detalles. Con todo, no piensen que el concierto no valió la pena. La valió y mucho, se lo aseguro. Después de un recital así, el ánimo y el espíritu lo agradecen.

Y cuando marchaba para casa bajo la lluvia gris y tontorrona de un Madrid atrapado otra vez en el frío, uno de los lied desgranados por el de Weimar, me repiqueteaba en los oídos y el cerebro. Y es precisamente el que quiero traerles hoy. Por la música de Schubert y también por el texto de Schober.

Creo que muchos de mis lectoyentes coincidirán conmigo en que hay días en que sería bien difícil aguantar el tirón si no fuera por la música. Con ella pues y con lo que representa, les dejo.

Sean Vds. felices, que ya el solo hecho de intentarlo hace que valga la pena. Buenos días.


Franz Schubert (1797-1828). An die Musik (A la música), D 547. Poema de Franz Ignaz von Schober (1781-1862). 
1) Dietrich Fischer-Dieskau, con Gerald Moore al piano. Álbum An die Musik (en conmemoración de los 80 años del barítono alemán). Deutsche Grammophon, 2005
2) Elisabeth Schwarzkopf, con Edwin Fischer al piano. Schubert - Lieder. Emi, Références, 1953 y 1986
3) Lucia Popp, con Georg Fischer al piano. Recital en el Covent Garcen, 1975. Canciones de Dvořák,  Wolf y Schuber. Gala y Movieplay, 1998



An die Musik

Du holde Kunst, in wieviel grauen Stunden,
Wo mich des Lebens wilder Kreis umstrickt,
Hast du mein Herz zu warmer Lieb entzunden,
Hast mich in eine beßre Welt entrückt!

Oft hat ein SeuFzer, deiner Harf'
entflossen,
Ein Süßer, heiliger Akkord von dir
Den Himmel beßrer Zeiten mir erschlossen,
Du holde Kunst, ich danke dir dafür!
A la música

¡Oh, arte benévolo, en cuántas horas sombrías,
cuando me atenaza el círculo feroz de la vida,
has inflamado mi corazón con un cálido amor,
me has conducido hacia un mundo mejor!

Con frecuencia se ha escapado un suspiro de tu arpa,
un dulce, sagrado acorde tuyo
me ha abierto el cielo de tiempos mejores,
¡Oh, arte benévolo, te doy las gracias por ello!

(trad. Luis Gago)









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12 comentarios:

jddm dijo...

Escuchando los lieder de Schubert parece que el tiempo, que no deja de caer, se detuviese un instante y así, contemplar mejor y más detenidamente esta gran ciudad bajo la lluvia...

Pero sobre Schubert tengo una clara preferencia: el tema con variaciones para piano y cuerda de "La trucha". Usted sabe, recuerdos...
(Y por llevar la contraria, que me gusta...)

Un fuerte abrazo.

Gemma dijo...

Lo primero de todo, y antes de que se me olvide: me encanta ser tu lectoroyente. Y me encanta cómo canta este señor. :-)
Por cierto que estos lieder hacen muy buena pareja con la última entrada melancólica de mi costilla, ¿no te parece? :-P

Más cosas, antes de que se me olviden: chulísima la cabecera astorgiana, Freia querida. Luce como un sol.
Y última: ya puedes venir a Barcelona. Quiero decir, que ya estamos en casa, así que cuando quieras, llamamos por teléfono para encargar esa paellita junto al mar. :-P

Y creo que no me dejo ninguna tontería que decir. Y muchos besos reciba Vd.
PS: Creo que voy a escuchar una vez más (la 4ª ya) al cantor encantador...

Isabel dijo...

Vuelvo a decirte, porque he pasado una sobremesa muy agradable leyéndo y escuchando a la vez tus dos últimas entradas, lo que se aprende de tu sabiduría que derrite hasta el más duro de los oídos.

Un fuerte abrazo, querida maestra.

RGAlmazán dijo...

Me alegro, querida condesita, de que disfrutara el concierto. Le aseguro que me ha encantado este lied. Es bello y transmite sosiego y calidez.
Un beso,

Salud y República

Rayén dijo...

Amiga:
Creo que en parte, también, disfrute contigo de ese concierto que el espíritu alegre agradece en un día de lluvia.Que delicia!

Pasa por http://unrinconcitoespecial.blogspot.com
quiero compartir contigo el Premio Talento y Sentimientos.

Con mucho cariño: un abrazo!!

María dijo...

Hola, Freia, bastante tiempo sin pasarme por aquí. ¡Estuve en ese concierto! Es el único abono que todavía conservo, me agarro a él con fuerza porque rara es la tarde que no salgo del teatro con el "ánimo y el espíritu agradecidos", me da alimento para varios días. Es cierto que Goerne pasó por momentos complicados (y podríamos hablar también de alguna de las interpretaciones, como la de "Drang in die Ferne" con un piano muy picado y un tempo acelerado, tengo una versión de Gerhaher -otro de los 'elegidos'-, con Huber al piano, más ligada y lenta que me gusta más... esto ya es ponerse maniáticos y tontorrones), pero, en cualquier caso, da igual, este hombre lleva el alma del Lied dentro, le sale por todo su cuerpo. Siempre pienso cómo se emocionaría Schubert si pudiera escuchar su música interpretada por Goerne.
Es un debate interesante lo de técnica/perfección/errores/música, que en el Lied cobra una fuerza especial.
Me alegro mucho de que lo disfrutaras. Igual coincidimos algún día.
Un saludo.
María

Nameit dijo...

Querida Condesa, qué sosiego escuchar este barítono cantando esta canción de mi querido Schubert, tamizado por el calor de sus palabras. Qué envidia me ha dado el relato del recital! Un abrazo!

Martine dijo...

¿Se acepta el término, "alumnolectoroyente"? En ese caso, me lo aplico.;)
Es la segunda vez que acudo para escuchar este Lied, ahora con la puesta de sol y sosiego es más hermoso, si cabe..

Ma Jolie Petite Comtesse, assister , en ta compagnie,à un concert au Théâtre de la Zarzuela est un privilège et un réel plaisir..

Mille bisous, ma chérie, aux couleurs du crépuscule, les tons chauds dominent, toujours..

Freia dijo...

Buenas noches a todos y perdón, como siempre, por el retraso.

Devaneos...

Imagino que en este momento no va Vd. a leer mi respuesta porque estará ocupada en cosas muchísimo más interesantes, de lo que me alegro profundamente.
Lleve Vd. la contraria todo lo que quiera que, a lo mejor, un día se encuentra Vd. con La Trucha en La Trocha, jejejeje.

Y sí, la música era especialmente a propósito para el día.

Un abrazo, Judith y esa caipirinha o la caña pueden ser perfectamente en cuento Vd. regrese.

Gemma

En primer lugar, no sabe lo que me alegra que sea Vd. ya mi lectoyente barcelonesa.
Se me olvidó poner en la nota discográfica que quien canta no es Matthias Görne sino su maestro, Dietrich Fischer-Dieskau. Ambos son maravillosos "liederistas" schubertianos. Pero no le falta razón a María cuando afirma, algo más abajo de su comentario que Görne ha nacido para cantar los lieder del austríaco. Incluso el discípulo tiene un timbre de voz más cálido y redondo que el del maestro. Yo creo que es el caso de un discípulo que ha igualado a su antecesor y raya a su altura con su estilo propio.
En segundo lugar, vuelve a tener Vd. razón (como siempre). Era una entrada que me encantó; y sus fotos eran el contrapunto necesario, meine Zauberin.
No dude que intentaré ir por todos los medios a Barcelona este año. Es más, creo que estoy a punto de sacar los billetes. Ni se imagina las ganas que tengo y le tomo la palabra por lo que respecta a la paellita en la Barceloneta. Espero también poder conocer a Fra Miquel y Nameit; hasta es posible que me reencuentre con Tannhäuser... Sólo de pensar en tantos encuentros se aligera todo.
Y sí, la cabecera ha quedado chulísima. Ni le cuento lo contenta que estoy con el regalo. A ver si tengo un rato y la pongo también en la 1.

Un abrazo bien grande, meine liebste.


Isabel

Jajaja. Tengo observado, querida Isabel que cada vez que Vd. deja un comentario a la condesa se le suben los colores. Le doy las gracias en su nombre y empiezo a tejer con los hilos de su costurero la siguiente historia.

Rafael

Buenas tardes, mon cher ami. Lo cierto es que no se suele escuchar mucha música cantada de Schubert y, para mí y junto con la música de cámara, es lo más hermoso de su obra. Y menos aún traducirse los poemas en los que está basada la composición. Son de una belleza, sea triste o alegre, deslumbrante y exquisita.

Un abrazo y hasta mañana, Rafa.

Rayén

Querida Rayén. Quizá sea un poco difícil entender ahora la melancolía en Chile, cuando estáis en pleno verano (qué envidia), pero no deja de ser un refugio para el oído y el ánimo.

Gracias por compartir con sus lectores el premio y enhorabuena, justamente por ello.

Freia dijo...

María

No sabe cuánto me alegra tenerla por aquí, María. Sentí mucho perder el contacto porque su perfil no es visible. Si quiere y le apetece, deme un toque al correo: blogfreia@gmail.com

Yo no estoy abonada a ese ciclo y bien que lo siento. Me enteré de este recital en concreto a mediados de octubre, cuando regresé a Madrid y conseguí entrada de casualidad.

Vd. afina muchísimo más que yo y me encanta. Yo tengo versiones de Fischer-Dieskau y de José Van Damm. Y creo que ha sacado Vd. a relucir un tema, a mi juicio muy importante, muy importante. Yo prefiero errores y tropezones y sentir que quien interpreta está poniendo el alma en lo que hace y lo transmite a una interpretación impoluta y perfecta y totalmente desangelada. Le aseguro que disfruté muchísimo con ese concierto. Representaba cargar las pilas para una semana larga y atareada. Ayer tuve la suerte también de asistir a una velada de música de cámara con el cuarteto Arcanto. El de Britten casi me levanta del asiento.
De todas formas, no descarto apuntarme a un abono de ese ciclo para la temporada que viene. Y me encantará poder coincidir con Vd.
Un abrazo María y gracias por pasarse por aquí.

Nameit

Mi querida Nameit. ¿Qué tiene la música de Schubert que engancha de esa manera? Le habría encantado escuchar Das Lied im Grünen (Canción en medio de la Naturaleza) y Du bist die Ruh (Tú eres la paz) que para mí es uno de los lieder más hermosos del vienés.

Estoy deseando que pase todo esto para ver si es posible que nos demos un abrazo. Mientras ése llega, le mando otro bien grande.

Martine

No querida, se acepta amigalectoyente; aquí de igual a igual. Por cierto, después me hace un resumen del "Opus Nigrum" y así me empapo yo de su saber.
Me alegro de que por allí el Mediterráneo se haga de valer. POr aquí, la mañana ha sido radiante con la gente sentada en las terrazas tomando la cerveza o el vermú, pero la tarde se ha agrisado y, además, por donde yo vivo, nunca veo ni amanecer ni atardecer (demasiado ladrillo).

Mille bisous, ma chérie. Passez-vous un très beau week-end.

NáN dijo...

¿Sabes lo que me ha gustado mucho, aparte de la canción, de este post? Algo que es un tema recurrente mío: empujados por los medios, que nos turban y perturban, nos hemos acostumbrado a que cada año salgan los 12 mejores libros del siglo, haya varios partidos de fútbol del siglo. Todo es "lo más". Y se desprecia "lo bueno".

Y como sé que ese libro que te corta la respiración te llega muy de vez en cuando, aprecio los libros de autores de segunda y tercera fila, de los olvidados por el marketing, de momentos no plenos de los grandes.

Tus palabras sobre la maravilla de una actuación de este cantante en un día que no era el mejor, me han parecido suaves, acertadas y llenas de genio.

Y ahora, me voy corriendo a ver la entrada melancólica de la costilla de EvaGemma.

Freia dijo...

Querido Nano.

Confío en que la melancólica entrada de don Fernando/Eva le haya gustado tanto como a mí. ¿Verdad que la música era muy apropiada?

Y tiene razón, como siempre. Cada vez más estamos metidos en una etapa de "consumir" música, libros, cine, etc. en el sentido más literal del término. Una película dura en cartel una semana; un libro, un mes. Un disco casi casi ni ve la luz y ya ha sido sustituido por otra versión más novedosa. No importa la calidad o el tesoro que encierren; tan solo los resultados crematísticos que produce. ¡Qué triste!

Un abrazo, Nano.


Para que puedan seguir escuchando esta delicia de canción y lo que representa, les dejo otras dos versiones. Esta vez a cargo de dos eximias y maravillosas sopranos: La Schwarzkopf y la Popp. Así pueden comparar.

Y después de comparar, quédense con las tres.