Un regalo de Sergio Astorga

lunes, 20 de agosto de 2012

La danza de las horas












Llegaron finalmente.

           



         Y lo hicieron bailando.

                    Digamos que su editor las mimó hasta que estuvieron preparadas.

                                                                              Por eso se retrasaron un poquito. 




                Pero están tan bonitas que mereció la pena esperar. 




Horas rotundas y limpias de corpiño rojo y negro sobre un tutú blanco inmaculado. Su vestido es simple y hermoso a un tiempo. Piden permiso para entrar educadas y con mimo, pero sin timideces. Por fin salieron a escena y están dispuestas no solo a ser meras figurantes del cuerpo de baile sino a convertirse en la prima ballerina. Todavía en reposo ya nos parecen pertinaces y valientes. Sus piernas, de trazos poderosos y elegantes y en quatrième position, les hacen mostrar su cuerpo a la vez coqueto y flexible. El torso bien perpendicular, los brazos relajados, con la tensión justa y necesaria, hacen pequeños ejercicios de estiramiento, grands pliés et relevés, en espera de que la música comience. 

Suavemente, se yerguen sobre sus zapatillas plateadas para iniciar un majestuoso arabesque et...


...Voilà, c'est la Poésie qui lève les pointes de leurs doigts en dessinant une harmonie vive et pétillante..!


C'est la Danse elle-même qui éclate... et murmure... et va..!



Abrácenlas con la mirada mientras vuelan sobre el escenario porque no van a poder seguirlas de otro modo. Son gráciles pero en absoluto huecas. La elasticidad de sus movimientos señala inequívocamente a quién pertenecen.  Su equilibrio delata que forman parte de un mecanismo orgánico casi perfecto.
Las extremidades fuertes y valerosas dan alas a un tronco denso, perfectamente torneado y construido.  Esbelto y potente. Con la musculatura justa y en total ausencia de grasa. Es etéreo y vigoroso. Delicado y profundo. De una naturalidad asombrosa y sin artificios pero con la fuerza suficiente para subir o descender, girar sobre si mismo en fouettés imposibles, esperando un postrero pas de deux que las merezca...



... Hasta posarse con levedad sobre el suelo de la escena en  un armonioso ballonné final.











A.Ponchielli (1834-1886). La danza delle ore (La danza de las horas). Ballet de su ópera La Gioconda, 1876.
    1) [Arreglos de Bates]. Sinfónica de Londres. Robert Irving, director. EMI, 1961
    2) [Arreglos para noneto de viento, de Tarkmann] Ensemble Villa Musica. DG Gold, 2010.





16 comentarios:

emejota dijo...

Ya les estoy viendo, también veo a una niña pequeña bailandolas en el teatro Albeniz de Madrid, en la fiesta fin de curso allá por los años cincuenta. Bsss.

Isabel dijo...

Una reseña hermosa y delicada para unas palabras que espero disfrutar y por lo que se lee en la contraportada a cual más bella.

Como su deliciosa danza, querida condesa.

Mis abrazos a las dos.

Gemma dijo...

Muchas gracias, meine Gräfin. ¡Menuda sorpresa! Tus palabras me han dejado tan contenta que no me queda más opción que hacer mutis por el foro dando tumbos y varias zapatetas, malgre moi... Usted disculpará.
¡Muchos besos!

Charles de Batz dijo...

Pues se buscará el libro, que además de prometer, está escrito por una vecina de este cuaderno.

Salud!

Freia dijo...

Emejota

¿Bailaba Vd. ballet de pequeñita? ¡Qué suerte y qué envidia! Ya me habría gustado a mí tener un cuerpo pequeñín y dedicarme a la danza desde pequeña. Yo creo que casi no veo ballet (y desde luego no entiendo nada de él) por la envidia que me da.
Celebro que le haya gustado la reseña. Lo que realmente vale la pena es el libro. Un joya pequeña pero espectacular.

Un abrazo para Vd. y un achuchón en el lomo de su querida e inteligente cuadrúpeda.

Isabel

Vd. que sigue desde hace muchos años Sueños en la memoria seguramente ya conoce buena parte de los micros que integran esta "La danza de las horas". Pero no es lo mismo. El poder tocarlas (son suavecitas) y poder olerlas le añade un plus de hermosura. Se lo digo yo.

Un abrazo gentil, costurera y gracias por sus palabras.


Gemma

Mi querida Zauberine. Para mí es un placer tenerla a Vd. ahí cerquita, al otro extremo de la blogocosa. Si tardé tanto en escribir la reseña fue por pura sequedad de idea y porque quise dejar reposar lo leído. Hay que tomárselo en sorbos tan pequeñines. Para mí es un honor que le haya gustado.
Aquí le dejo formato de la música de Ponchielli que habría querido como acompañamiento para esta entrada pero me pareció poco serio para libro tan hermoso.

Un abrazo muy fuerte y mi enhorabuena una vez más, mi Gemma querida.

PD Las zapatetas se dan en señal de alegría. Se lo agradezco profundamente.

Freia dijo...

Charles de Batz

Mi buen Charles, me alegro mucho de verle por aquí ya de vuelta, aunque imagino que su ilustre dama, el piratuelo y Vd. no opinan precisamente lo mismo.

Me queman las ganas de que me cuente cómo ha ido el viaje- Con todo, algún avance tuvimos en forma de post, pero no es igual. Y, sobre todo, espero que sus andanzas investigueriles pronto tomen forma de entrada bitacorera, de esas suyas que enganchan tanto.

Un abrazo muy fuerte a los tres y bienvenido.

Anarkasis dijo...

que bien tratada está la poesía en su blog no como en general

fra miquel dijo...

Seguro que habrá muchos micros conocidos. Yo también sigo la bitácora de Gemma. Pero es lo que decís; ese olor, tocarlos...
Lo buscaré en cuanto vuelva de vacaciones mi librero
La reseña, ya lo han dicho por aquí arriba; preciosa
Petons

Freia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Freia dijo...

Anarkasis

Querida, tiene Vd. razón en definir La Danza de las Horas como poesía aunque sean microrrelatos. Es lo que se respira en él de principio a fin.
Quizá trato bien la poesía porque jamás me ha dado por escribir más uno o dos poemas en toda mi vida.

Un abrazo grande de parte de los gemelos. Tengo para Vd. alguna que otra foto que puede que le guste. Eso sí, están vestidas. Ya verá algo en forma de post dentro de poco, quizá.

Fra Miquel

Bon dia, pater. Sí, es un lujo conocer su blog y conocerla a ella.
Si le resulta difícil localizarlo, no dude en darme un toque. Aunque allí la distribución yo creo que será todavía más sencilla.
Y sí, es verdad. Olerlos, tocarlos, acariciar la cubierta tan suave y limpia que tiene... Vale la pena.

Un abrazo pater.

PD Me gusta la "coclicó" ésa que ha puesto de foto, aunque echo de menos la saya y la tonsura de que hacía gala antes :-PP

fra miquel dijo...

No dude, mi querida Freia, que buscaré el libro.
La nueva foto... ya se lo cuento; creo que voy a colgar los hábitos. Y es que se liga poco con la saya ;o) Y ya me cansa confesar a tanta damisela sin conseguir mas que besos i abrazos castos.
Además, los comentarios que voy dejando por los blogs, como éste mismo, conseguirán que en breve me comuniquen la excomunión...
Pero no se preocupe. Solo se trata de un cambio de imagen. Mis blogs y el nick, de momento no cambian :o)
Petons

RGAlmazán dijo...

Querida condesita, una reseña preciosa y merecida. Gemma es una escritora de tomo y lomo. Una artista que hace bello lo que escribe, que siempre sorprende.
Ojalá que le vaya muy bien. Yo sigo, en silencio, sus Sueños en la Memoria, y siempre me deslumbra.
Un beso para usted y para Gemma, hoy homenajeada con toda la razón y con todo el corazón.

Salud y República

Freia dijo...

Fra Miquel

Jajaja, pues suerte, pater. Yo no ligo ni con polisón ni sin él. Ya ve qué mal están las cosas por aquí.
Le dejo que estoy preparando una sopita de melón, al estilo Un banc amb vistes... ;-PP

Rafa

¿A que nuestra Gemma se merece que todo le vaya maravillosamente bien? Es una fenomenal escritora y mejor persona. Y, efectivamente, embellece lo que toca con sus palabras de colores.

Un beso bien grande y a ver si vuelve prontito a los Madriles, que se le echa de menos, in person.

Gemma dijo...

Muchas gracias a todos por vuestras palabras cariñosas, empezando por las de nuestra anfitriona. Os estoy muy agradecida.
Abrazos y besos a repartir (y no me olvido -válgame Dios- de nuestro querido Pater)

Freia dijo...

Para gracias, las suyas, querida Zauberin.
Zambullirse en su libro fue todo un placer. La imagen para el post vino, desoués de ello, rodada.

Un beso y un abrazo muy fuertes... También para el pater.

NáN dijo...

El libro que puede leerse varias veces y cada vez es distinto.