Un regalo de Sergio Astorga

sábado, 2 de febrero de 2013

Unas Goldberg apaches











Sí señor, así como suena, mis queridos lectoyentes.

Pero no unas apaches de cuando los Estados Unidos eran un territorio virgen y salvaje...

¡Qué va... todavía mejor!

Unas apaches canallas y arrabaleras... c'est à dire, de los bajos fondos parisinos...

Bueno, la verdad es que arrabaleras, lo que se dice arrabaleras no lo son mucho, pero es que esto de hacer una entrada interesante se vuelve cada vez más difícil y como no les enganche desde el principio con algo impactante es fácil que el interés decaiga, que sé que su gusto es exquisito y no se conforman con cualquier cosa.

Veamos.

Todos Vds. conocen de sobra mi manía relativa a coleccionar cuanta versión de esa obra de Bach cae en el radio de acción de mis ojos, mis dedos, mis orejas. Es más, estoy en condiciones de certificar -fíense de mi palabra- que algunas llegaron a mi poder por mediación del olfato y el gusto. No, no teman, que no volveré a hacerles una relación -ni detallada ni sucinta- de todas las que se agazapan, esconden, desparraman, presumen, provocan o descansan en la estantería. Pero no puedo resistir la tentación de decirles que la que hoy les traigo es la más curiosa de todas las que he escuchado nunca.

Y a mí me suena bien, muy bien, realmente bien. Versión respetuosa, limpia, de quien sabe lo que se trae entre manos. Les aseguro que es un trabajo serio. El de un virtuoso.

Como podrán comprobar además es una versión con botones. Con unos preciosos, redondos y nacarados botones...

Y con registros, bastantes registros...

Y con fuelle, con mucho fuelle...

Nein, nein, nein, no se me pierdan que no estoy hablando de un órgano.

Recuerden... apache...  como un tango o un vals... de esos que tocaba Maurice Larcange pero en alemán y en clásico...

Con estas especialísimas Goldberg les dejo pues. Descansen y apuren lo que queda de fin de semana. Que ésta ha sido muy dura de mentiras, corruptelas, trapicheos, sinvergüenzas y la que asoma la nariz por la esquina todavía tiene peor pinta.

Y a pesar de todo, intenten ser felices... Indignados y dispuestos a la limpieza que haga falta, pero felices.

Buenas noches.



J.S.Bach (1684-1750) - Goldberg Variationen (Variaciones Golberg). BWV 988. Teodoro Anzellotti, acordeón. Winter & Winter, 2010.






18 comentarios:

emejota dijo...

Aquí me quedo disfrutando de la magnífica música que nos ofrece nuestra noctámbula musical favorita. Bsss.

alestedemadrid dijo...

Bach y un acordeón, qué maravilla. Toda una sorpresa...

Charles de Batz dijo...

Deliciosa!, con un regusto a nuestro París que lo hace muy especial. Me ha sorprendido tanto -y me gusta tanto el acordeón-, que he tirado el anzuelo a la red para ver que salía: me he encontrado con la curiosa sorpresa de que no ha sido sólo el tal Anzellotti el que lo ha pasado a acordeón, también hay un Denis Patković que ha hecho lo mismo. Supongo que ya lo conocerá, pero como me ha parecido tan curioso aquí se lo dejo.

Nada, me voy a comer.

Salud

Isabel dijo...

Esta mañana escuché tus variaciones pero me quede sin internet, y no pude decirte que me gustaron y también, como siempre, la explicación que acompaña a tu buena música.

Un fuerte abrazo.

fra miquel dijo...

Hermosas, estas variaciones. Escuchándolas he recordado la película: El silenci abans de Bach. De Pere Portabella.

Supongo que la habrá visto. Y si no, se la recomiendo encarecidamente.

Aquí le dejo una escena de la película con una variación no menos curiosa:
http://www.youtube.com/watch?v=-ttZ_owMaCw

RGAlmazán dijo...

Me han gustado, señora condesa. Un placer visitarla, como siempre.

Besos

Salud y República

anarkasis dijo...

aun no he terminado de bajarlas pero como espere más me cruzo a otra anotación.
He escuchado unas cuantas y fuera del sonido estrafalario que resulta al principio, la persona que las toca me parece extremadamente rigurosa, vamos que me gusta... A ver si nos consigue unas variaciones tocadas a guitarra,
como siempre un abrazo, esta vez de acordeón.

Charles de Batz dijo...

Haberlas haylas

http://www.jsbach.org/rodarmergoldbergvariations.html

Freia dijo...

¡Ay, mi buen Charles (y a todos los comentaristas, también)! Que todavía no he podido sentarme ni un minuto, con calma, a contestarles. Salgo ahora mismo de casa y no volveré hasta tarde!
Le prometo que mañana le contesto y charlamos. Y, por supuesto, que estoy segura de que existen si Vd. lo investigó. Nunca me ha cabido la menor duda.

Un abrazo bien grandote y hasta mañana.

Freia dijo...

Mañana domingo, sin falta, estoy aquí.

Freia dijo...

Siento de verdad la tardanza. No siempre podemos cumplir lo que decimos.

Emejota

La noctámbula hoy anda más noctámbula que nunca pero sin encontrar la música adecuada.
Celebro que estas variaciones tan poco corrientes le hayan traído una sonrisas la mente y el oído.

Un abrazo, emejota, que llegue al Levante y me devuelva luz blanca y sol.

Freia dijo...


Aleste

Querida Aleste, no resultó mala combinación, no.
Pasado mañana voy al Thyssen. Después le cuento, aunque echaré de menos a mi especialista en inglés.

Un abrazo.

Charles

Mi buen y querido Charles, me temo que esta vez le he hecho esperar demasiado, pero por fin tengo tiempo para sentarme con calma a responder.
Sepa mi buen amigo que hasta hace unos días no tenía ni idea de que existiera una versión de las Goldberg para acordeón, como para conocer dos. Le seré absolutamente sincera al decirle que todavía no he podido escuchar esa segunda versión, pero le agradezco de corazón el enlace y le prometo escucharla con atención y cuidado, aunque me temo que hasta el jueves no podrá ser. Pero le garantizo que lo haré porque me apetece muchísimo y porque, además, viniendo de Vd., estoy segura de que merece la pena.

Muchas gracias por la molestia y el tiempo dedicado a esa pesca, máxime cuando Diego espera. Me alegra compartir ese amor por el acordeón, de evocación, no sólo parisina, sino también vasca, si no voy demasiado errada.

Un beso al piratilla y la dama encantadora y un abrazo a mi buen caballero.

Freia dijo...

Isabel

Querida costurera, pues se ha perdido Vd. lo mejor de la entrada. Pero podrá volver sobre la música, sin duda.
Me temo que los planes de viajar a su tierra dentro de unos días se han ido al garete definitivamente, pero en primavera Sevilla es mucho más hermosa que en febrero y huele muchísimo mejor,

Un beso muy fuerte.

Freia dijo...

Fra Miquel

¡Ay, pater, que me ha tocado la fibra sensible, Adoro esa película. Me fascina, me entusiasma, vuelvo a ella cuando puedo, aunque sea a trazos y ratitos, Esas pianolas avanzando despendoladas, una fila de cellos en el metro, un viaje en la cabina de un camión, un barco sobre un río. El idioma alemán llenando la música y la película... Pocas películas hay que me entusiasmen tanto.
Me acordé mucho de Vd. el otro día. Un concierto de Debussy nada habitual con una pieza para arpa, viola y flauta travesera. La niña de sus ojos puede que ya la interprete.
Un petó ben fort, Miquel,

Rafael

Me alegro tanto de que a mi admirador favorito le haya gustado. Este blog se mantiene por mis amigos y Vd. fue el primero.

Un abrazo bien grande,

Freia dijo...

Anarkasis

Mi querida amiga. Pues no tengo ninguna versión para guitarra, pero seguramente existe, ya que hay varias transcripciones para cuerda. Me pondré a ello e intentaré localizarla.
Por lo que he oído, la mañana con el joven Van Dyck no se dio tan mal. Siento no haber podido compartirla, pero enseguida empieza otra tanda de expos y tendremos tiempo de ese café.

Un abrazo enorme, querida.

Freia dijo...

Charles

Acabo de ver que el enlace de Charles corresponde a las de guitarra. miles de gracias. Intentaré echar mano de Amazon, que es socorrido en estos casos. Y también localizaré en Spotify la otra versión de scordeón.

Gracias infinitas otra vez, caballero de Batz

Sergio Astorga dijo...

Condesa me ha organizado mi tarde de lunes que el domingo tuve que hacer mis ejercicios espirituales ne Fa sostenido menos.

Versión a versión una nunca siente animadversión con Bach.
Abrazos con fuelle.

Paz Juan Robledo dijo...

No sabe cómo me alegro, mi querido abarrotero, de que la música de este salón antiguo y algo manido le acompañe en sus quehaceres, sean o no éstos también espirituales.

Un abtazo desde unas nuevas Goldberg descubiertas que espero enseñarles dentro de no mucho.