Un regalo de Sergio Astorga

lunes, 31 de diciembre de 2012

Bagatelas VIII: Recuerdo leve










Cada San Silvestre, al atardecer, se sirve el mismo trago largo de whisky en vaso ancho para sentarse a escuchar en la oscuridad la misma música.

Y, como cada año, el alma se le parte en dos por la añoranza. 



J. Sibelius (1865-1957). Vals triste, op. 44 nº 1. Orquesta Sinfónica de Lahti. Osmo Vänskä, director. Grabado en Ristinkirkko, Lahti, en octubre de 1996. BIS, 1996, El País, 2004.
           Lento - Poco risoluto - Più risoluto e mosso - Stretto - Lento assai





14 comentarios:

Sergio Astorga dijo...

Condesa, la añoranza también reconstruye.
Que tenga una buena cena.
Salud con hondura.

Abrazos Lento- poco risoluto

Carlos César Alvarez dijo...

Feliz noche y que 2013 venga Allegro con fuoco.
Abrazos.

Tanhäuser dijo...

Mis mejores deseos para vos, condesa.

emejota dijo...

También llorare de añoranza, pese a todo te deseo lo mejor para este año y el resto de los que han de venir. Bsss.

Isabel dijo...

Las ausencias forman parte de nosotros y para eso la música es el bálsamo suave que acompaña.

Que este sol que aparece en los tejados de mi sur te transmita mi calor y mi abrazo.

alestedemadrid dijo...

Estos pequeños regalos musicales para empezar el año son algo que nunca te podremos agradecer bastante.
Que este nuevo Año nos traiga suerte y alegría a todos. Un abrazo fuerte

RGAlmazán dijo...

Delicioso vals, mi querida condesita. Suave, triste pero intenso y melodioso.
Nos vemos pronto.
Besos mil

Salud y República

Antonio Rodriguez dijo...

Yo no se si será añoranza, lo que yo he sentido escuchando esa música es mucho relax.
Un beso Paz.

Gemma dijo...

¡Muchos besos para este año nuevo!

Charles de Batz dijo...

Muuuuy bonito. Manera poética de empezar el año, oiga.

Mucha sa-luz para este año que entra.

Freia dijo...

Sergio Astorga

O destruye, mi querido abarrotero. Todo depende de quién la experimente.

La cena fue con suegra, de modo que mejor olvidarla.

Un abrazo, querido Sergio.

María

¡Ay, gaditana! Que me temo que no sacó Vd. el tutú ayer sonando Wagner como sonó. No se lo tome en cuenta al sosainas, que este año es su aniversario.

Yo también le deseo todo lo mejor. Y placer, por oposición a dolor, que ya cubrió Vd. con creces el cupo.

Muchos besos y abrazos para el ceramista y para mi gaditana guapa.

Carlos

Feliz Año también a ti, Carlos. Me conformo con que siga siendo todo el año como terminó el otro.

Un abrazo.

Tan

Mi querido Tan, ¡qué gusto tenerle por mi salón. Parece mentira cómo se extraña a ciertas personas en esto de la blogocosa.
Confío en que los vientos de este año le hagan llegar a buen puerto. Estoy segura de que finalmente será así.

Un abrazo y un beso muy fuertes.

Freia dijo...

Yo también le deseo lo mejor, esté donde esté Vd. con su trenza.

Un beso enorme, a la espera.


Isabel

Las ausencias voluntarias se asumen muy bien en ocasiones. Las suegriles son una bendición.

En lo de la música estoy totalmente de acuerdo.

Feliz año también para Vd., mi costurera. Y un beso grande hasta Sevilla.

Aleste

Lo mismo le deseo de corazón. Y que compartir la música y el arte nos haga mejores a todos.

Un beso y un abrazo.

Rafa

Nos vemos muy, muy pronto, don Rafael. Y ganas que tiene ya esta condesa de verle los náuticos verdes de nuevo...

Un abrazo grande.


Antonio

Pues no sabe lo que me alegro, Antonio de que le haya serenado el vals. Es una piececilla sin mayor trascendencia, agradable de oír. Y si se escucha de manera normal, tampoco es tan triste. Hasta tiene un cierto aire español.

Un abrazo muy fuerte y feliz año.


Gemma

Feliz Año nuevo también para ti, meine liebste GrosseZauberin ;-pp.

Charles de Batz

Bueno, yo en realidad escribí el post el último día del año. Ya sabe, hay unos que se sacuden los malos rollos cruzando fuegos, otros metiéndose al mar y otros escribiendo textitos mínimos.

Confío en que Barcino le haya ayudado a desconectar y perderse.

Un beso a los tres.

Sergio Astorga dijo...

Presento mis respetos. Condesa, olvidaba yo el sentido dual de la experiencia.
Abrazo compungido y sereno.

Freia dijo...

Querido abarrotero. Dual y condenatorio. Como Sísifo empujando eternamente la pesada y resbaladiza piedra cuesta arriba.

Un abrazo enorme.