Como a esta condesa siempre le gustaron los números redondos, este gordo 10 es la ocasión propicia para lo que llevo mucho tiempo retrasando.
Qué mejor momento que haber logrado llegar a las 2 cifras para cubrir con sábanas blancas los muebles del trasnochado saloncito dieciochesco, para guardar en sus carpetas los viejos vinilos, los presuntuosos láser disc, los prácticos DVD...
Sí, mis queridos lectoyentes, el blog Variaciones Goldberg cierra sus puertas. Comprendan que lo estaba pidiendo a gritos. Desde hace mucho tiempo no tiene razón de ser puesto que han desaparecido la mayoría de los pequeños motivos que le daban sentido: no se pueden escuchar ya las piezas de casi ninguna entrada y queda así deslucido e inútil. Ámén de que esta aristócrata sentimental y algo bobalicona cada vez está menos ocupada en darle lustre y brillo y, claro, el pobre se le cae a pedazos, roído por todas las esquinas blogocoseras.
Gracias pues a todos por estos años de compartir risas, palabras, compañía y especialmente música. Me llevo algunos buenos amigos -de los de verdad- a los que aprecio y quiero, algún que otro mordisco atizado por algún que otro maltratador de la red -que haberlos haylos-, unas cuantas horas de dedicación, mucha amplitud de miras, cientos de horas de escucha atenta y toda la música del mundo.
No es mal balance. En absoluto.
Y como broche final, pues ¡qué esperaban! No podía ser de otra manera. Las dichosas, queridas, recién estrenadas siempre variaciones del viejo peluca. En concreto, la primera que salió de los dedos del canadiense excéntrico, extravagante malgré lui y genial Glenn Gould.
M.- no es verdad no me querías te agarras a mí por egoísmo
F.- ¿A santo de qué..?
M.- necesito que me dejes en paz
F.- Yo solo quería…
M.- ocho años ocho años pegada a mí como una lapa
F.- ¡Qué injusto eres!
M.- no no lo soy eres tú quien sigue erre que erre
F.- No es tan malo recordarte.
M.- déjate de monsergas estoy muerto MUERTO a ver cuándo te enteras los muertos huelen hay que enterrarlos que se vayan zas se acabó
F.- Pero si no le hago daño a nadie.
M.- eso te crees tú claro que haces daño un daño estúpido un daño que no lleva a ningún sitio me haces daño a mí
F.- ¿A ti? ¿Porque no te olvido?
M.- cómo te han gustado siempre las palabras gordas no me recuerdas te justificas y de paso te consideras necesaria lo dicho me usas para mirarte el ombligo soy tu excusa con tal de no hacer lo que tienes que hacer
F.- ¿A qué viene esto de repente? No me lo merezco.
M.- mírame mírame por una vez de verdad y pregúntate por qué lo haces si eres sincera no te va a gustar lo que te contestes no me salves no quiero que te sacrifiques por mí ni que me muestres lealtad y afecto sé que los tengo ya es hora por favor
F.- ¿Seguro que es eso lo que quieres?
M.- sí y que dejes de una vez este lugar que no hay razón para que sigamos aquí ni tú ni yo
F.- De acuerdo… el ocho será el último. Pero hacerlo no es fácil. Tendrás que ayudarme.
M.- no es difícil solo hay que dejarse ir dejarme ir
F.- ¿Como borrar un dibujo con cuidado?
M.- como jugar al corro cantando bajito y arrastrando los pies
F.- ¿Así?
M.- así
F.- Adiós
M.- adiós
F.- Duele un poco
M.- pasará
F.- ¿Manuel?
M.- …
F.- te q u i e r
Richard Wagner (1813-1883).- Balada de Senta) "Der fliegende Holländer" ("El holandés errante"). Nancy Weissbach, Senta. Via thesopranomania
Raoul Dufy (1877-1953) - Niza, Casino viejo (1927-1928). Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris.
¡Cómo me ha costado este año atravesar agosto! Aun contenta por tanto trabajo, ¡qué largo se me ha hecho! Estoy cansada, tan cansada que el cuerpo se me ha puesto farruco y ha dicho que o desconecto o se larga a otra parte donde lo traten mejor, de modo que no hay tu tía.
Menos mal que septiembre anda siempre al quite y ha venido al rescate. Puntual y acogedor. Como un bálsamo. Y se ha traído la certeza inmediata del agua de espejos, el sol suave, la tramuntana soplando brava, el iodo, la sal... para que ningún sentido se queje por ser menos que el otro. Y yo me dejo ir antes de llegar porque si no, no llego.
Miren el cuadro de Dufy. Si hacen un pequeño esfuerzo y eliminan el casino, esta es la vista que tengo desde la habitación de "mi otra casa", allá en el Alt Empordà. Abierta, franca, azul. Y a ella quiero volver como cada septiembre. Necesito volver sería más preciso. Para dejar atrás lo pasado este año: lo mucho bueno y lo poco malo -que también lo ha habido aunque prefiera hacer tabla rasa y no darle demasiadas vueltas pues pasado está-. Para calzarme las aletas, ponerme las gafas y bucear como una cría entre sargos, salemas y doradas. Para sentir el ruido del xaloc en la vela y el golpear pequeño del agua en la proa. Para ensartar lanas de colores despacito por entre el cañamazo tenso que se escapa en cuanto puede del bastidor.
Quiero volver al románico colgado entre el aire y el agua de Sant Pere de Rodes. Y comer pescado recién traído de la lonja en el local minúsculo de Rafa, acercarme a espiar a los patos de Aiguamolls, comprar una figura de Tintín en el Can Punyetes de Roses, saltar entre las piedras griegas y romanas de Empúries, comprar anchoas en L'Escala, xerrar sense pressas amb les dones de Cadaqués...
Quiero zambullirme en todo y quedarme con todo. Todo lo que huela a rocas, salitre, agua, pescado, sol, mientras sea de allí. Allí soy yo y allí me reconozco porque consigo librarme de esa estúpida piel hecha con lo peor de los demás y propio. Y me hago la ilusión de ser mejor persona, más simple, más de verdad, más yo.
Pasado mañana, la A2 y la A7, el meridiano de Greenwich, el peaje de Martorell, los letreros de desvío a Girona y la salida 3: Figueres-Roses me irán acercando a lo reconocible y lo querido. Y me dirán que estoy llegando al único lugar al que siento que pertenezco porque me lo he ganado y porque me acogió sin preguntar nada.
Y llenarme de luz y de agua transparente y de viento del norte.
TE DEJO UN PUENTE DE MAR AZUL Te dejo un puente de mar azul que va del sueño hasta tus ojos, desde Alcudia hasta Amorgos, de tu vientre a mi corazón. Te dejo un ramo de preguntas para que llenen tus dedos de luz como la que prende la mirada de los niños de Sidón. Un puente que ayude a surcar la piel antigua del mar. Que despierte el rumor de todo tiempo y nos enseñe la olvidada actitud de los rebeldes, con la rabia del canto, con la fuerza del cuerpo, con el goce del amor... Un puente de mar azul para sentirnos muy juntos un puente que una pieles y vidas diferentes, diferentes. Te dejo un puente de esperanza y el faro antiguo de nuestro mañana para que el norte mantengas en tu navegar. Te dejo un verso en Sinera escrito con trazos de azul luminoso que cantaba en Alguer por cantar su nostalgia... Te dejo el agua y la sed, el sueño encendido, el recuerdo. Y en Ponza la muerte para vivir frente al mar... el mar... el mar. El espacio lleno de luz donde se mira el mar... el mar... el mar. El azul de nuestro silencio de donde nace la canción. Que despierte el rumor de todo tiempo y nos enseñe la olvidada actitud de los rebeldes, con la rabia del canto, con la fuerza del cuerpo, con el goce del amor... Un puente de mar azul para sentirnos muy juntos un puente que una pieles y vidas diferentes, diferentes.
Pero bueno, esto ya es el colmo. No ha tenido el menor decoro en dejar abandonadas sus obligaciones blogueriles, sino que encima tiene la desfachatez de aparecer por aquí en plan cómico de la legua. ¡Lo que me faltaba por oír!
No me sea tan huraña,
estimada Freia mía.
Pensé que comprendería
que mi vocación me gana.
De modo que lleva un año exacto (salvo una honrosa excepción) sin presentarse a su puesto de trabajo ni dar señales de vida y se me presenta además con pitorreo y hablando en ripios.
Mi ingrata administradora,
no se ponga truculenta,
pues necio es no darse cuenta
que ahora soy recitadora.
Y tengo profesión nueva
que me gusta con locura;
si usted pone la cordura,
haremos buena pareja.
Mas si su duro carácter
le impide entender mi oficio
no discutamos por vicio.
Dejo el blog y hago un aparte.
Que aunque su ilustre mirada
aún pretenda fulminarme,
procure no enfurruñarme,
o se quedará tirada.
Lo mío ahora es la escena
y no preciso su salario.
No me trate cual corsario
que me voy sin mayor pena.
Bien poco es lo que le pido,
no me lo vaya a negar.
Si me deja recitar
y subirme a un escenario,
escribo su aniversario
y engalano este lugar.
De modo que ¡andando Freia!
déjeme hacer mi labor
de celebrar con humor,
nueve años de tarea.
Adoro las Variaciones
y eso bien lo sabe usted.
así que salga por pies,
o no empiezo mis labores.
No entiendo yo del todo lo que acaba de contarme pero por su bien espero que el blog esté adecentado cuando comiencen a llegar esta tarde los invitados ilustres.
Aquí la dejo pues sola.
No me vaya a dejar mal,
pues siempre he buscado honrar
a los que este blog añoran.
¿Qué me pasa a mí en la voz?
¡La condesa me ha hechizado!
Dejémosle hacer su agrado
y abandonemos el blog
¡Qué pesada, creí que no se iba a marchar nunca!
Hola a todos, parece mentira ¿verdad? ya 9 años desde que este blog abrió la puerta de servicio sin pretensión de durar más que unos meses. Sé que las bitácoras ya no se estilan y que las redes sociales han terminado por comerle casi todo el terreno, pero una es guapa, atea y sentimental (no como don Ramón María) y le gusta en ciertas fechas abrir ventanas, desempolvar cortinajes y mobiliario y dejar que la luz entre a raudales en esta casa que cada vez está más vacía de contenido.
Ha sido un año largo, intenso. A ratos duro, para que voy a negárselo, pero muy muy muy gratificante. Esta vieja condesa que les habla, después de tres años de trabajo, ha conseguido con esfuerzo y la ayuda de M, de sus compañeros, de sus profesores (siempre es buena y necesaria e imprescindible la ayuda de alguien... si te quieren, mejor) tener un título que dice que soy actriz profesional. Lo del título me importa un rábano. Me importa y mucho lo caminado hasta aquí y lo que está empezando a abrirse de forma especial y hasta algo mágica. Y durante este año he pisado la escena para hacer "Las amargas lágrimas de Petra von Kant", "Macbeth", "No son molinos" y casi casi a punto de estrenar "Sueño de una noche de verano" y "Lieben". Amén de un corto estrenado (¡qué raro resulta verse a uno mismo en pantalla grande) y otro terminado de rodar por el que siento un afecto especial. No es mal balance, se lo aseguro.
Por tanto, es posible que este blog se limite a tener dos entradas anuales: la del 26 de junio y la del 5 de agosto, pero me resisto a cerrarlo. No se estila, ya sé que no se estila, pero me han pasado tantas cosas -más buenas que malas- desde que escribí la primera entrada, que quiero que siga formando parte de mí.
No es una cuestión de creencias -impía como es una y reza en el título de esta entrada (jajajajaja, ya había olvidado la facilidad que aún tengo de hacer chistes tontos)- sino de afecto, recuerdo, ternura por todo lo que he vivido gracias a él.
Por tanto, me encantaría que esta tarde y ya con el palacio ventilado se acercasen, con paquetes o no que eso da lo mismo, a celebrar los nueve añazos de las Variaciones Goldberg y a brindar conmigo porque los blogs sigan siendo los pedacitos de vida que queríamos construir cuando los abrimos.
Eh!, eh!, que no me olvido. A pesar de que cierren y cierren páginas de reproductores, este blog y esta condesa siempre les brindarán un regalo musical.
Y como la vida que se me ha abierto hace menos de dos meses es preludio de un montón de proyectos, trabajo, ilusiones y ganas de jugar a ser otros... Y como son nueve velas las que hoy apaga esta condesa, pues eso... aquí tienen mi pequeño presente de aniversario.
Sean todo lo felices que puedan. Escuchar música e ir al teatro les van a ayudar bastante a conseguirlo.
C.Debussy (1862-1918). Preludio n 9, Libro I: La serenade interrompue (La serenata interrumpida). Krystian Zimerman. Vía EvaYoungPianist
C.Debussy (1862-1918). Preludio n9, Libro II: Hommage a S. Pickwick (Homenaje a S. Pickwick). Walter Gieseking, piano. Versión remasterizada. 2000. Vía Gullivior
J.S.Bach (1685-1750). Preludio yfuga nº9 en Mi mayor, BWV 854, de El Clave bien temperado. Friedrich Gulda, piano. MPS-Tonstudio, 1972. Vía henripche
A.Piazzola (1921-1992). Preludio 9. Astor Piazzola y su Conjunto 9. Álbum "Música popular contemporánea de la ciudad de Buenos Aires", vol. 1. Buenos Aires, 1971. Vía adefessio.
K.Szymanowski (1882-1937). 9 Preludios, op.1. Rafael Gómez-Ruiz, piano. Grabado en directo en la Barocksaal de Rostock, el 21 de mayo de 2013. Vía Rafael Gómez-Ruiz
Cómo me habría gustado preparar este post como otras veces: con mimo, nostalgia y añoranza. Elegir con tiempo y cuidado las imágenes, la música, los recuerdos... Pero esta vez hago un simple hilado de palabras para acudir de nuevo a mi cita contigo, en esta misma fecha desde hace siete años.
Perdóname la prisa, la premura, el atropellamiento torpe. A pesar de todo, estoy segura de que te habrían alegrado las razones que me llevan a ellos.
Han pasado tantas cosas públicas que raro es el día en que no me pregunto qué habrías escrito, pensado, dicho, hablado acerca de lo que sucede en esta decrépita Europa que cada vez siente más asco de sí misma o de lo que sufre o sueña la vieja piel de toro.
Pero extraño también es el día en que no busco tu imposible consejo sobre mi propio andar. A menudo me sorprendo preguntándome qué escribirías, pensarías, dirías, hablarías de esta vida alocada y llena, casi casi feliz, que me he buscado últimamente.
Echo tanto de menos tu voz al teléfono, tus palabras escritas, tu humor, tu loca sensatez, tu vida, que el consuelo nunca termina de llegar del todo. Tu ausencia escuece, aunque lo haga a poquitos. Tu no estar y no ser desazonan y enfadan por lo injusto.
La tarde hoy será larga y llena de teatro, como casi todos los días. Pero al volver me espera una Gilda cuidadosamente guardada desde ayer. Aunque no haya Donosti, ni Vallés o Gándara. Una Gilda y un vermú nocturnos para brindar siempre por ti, por lo que fuiste y eres... Ya ves, contradicciones. El viejo y pesado Sartre decía que uno sigue vivo apenas mientras los otros lo piensan. Así que en mí estás vivo, cómplice, curioso, bienhumorado... amigo siempre.
Y esta vez suena en tu nombre ese Bach luminoso que se salvaba del olor rancio a incienso que tanto aborrecías. El Bach más íntimo. El más bello. Para que el silencio, a veces precursor incómodo, no propicie el olvido en tanto siga viva.
Te quiero.
J.S.Bach (1685-1750). Seis suites para violoncello solo. BWV 1007 a 1012. Nikolaus Harnoncourt. Tocadas con un cello Castagneri de 1744, excepto le suite N6, con un , mediados del XVIII. Emi, 1965. Vía Ciaran Goyvaerts
J. Sorolla y Bastida (1863-1923) - Rocas de Jávea y el bote blanco. Óleo sobre lienzo. 62,5 x 84,7 cms. (1905). Museo Carmen Thyssen. Málaga.
Dicen que septiembre ya no es verano. Lo han decidido unos señores muy sesudos llamados climatólogos.
Y qué más me da. Para mí septiembre es descanso, luz, cobijo. Septiembre es amigo, es búsqueda, es serenidad construida paso a paso por "mi" pequeña cala de apenas un centenar de metros.
Septiembre significa volar a casa, hacia el azul. Septiembre es el sol que acaricia y ya no quema. Son playas vacías y arena suave y templada en el cabo de Creus y el de Gata.
El mes de nombre más largo me traerá en un par de días el regalo de una mirada azul hasta donde se pierde la línea del paisaje. Y me dará la mano como cada vez que regresa -o que regreso yo a él- para decirme que ya no hay nada que temer, que todo está bien. Me esconderá para protegerme en pequeños recovecos de roca, agua invisible de puro transparente y reflejos. Por muy largo, cansado o duro que haya sido el año. Y solo yo sé lo largo, cansado y duro que tal vez ha llegado a ser.
Y la tramontana azul acudirá también puntual a su cita para soplar con fuerza y llevarse dolor, cansancio y hospitales, como cuando crea remolinos violentos y envuelve la punta Falconera.
Si la mar es propicia, saldremos de nuevo a navegar a vela y a hundirnos en las aguas profundas de la Jóncols molestando a doradas, salemas o lubinas. Y si el viento nos deja, doblaremos como cada septiembre el Norfeu, el más hermoso de los cabos.
Me gusta oír ese nombre: septiembre. Porque me trae olores de ginesta, agujas de pino, salitre, iodo, algas o posidonias. Y me acerca a mis propios recuerdos y vivencias. Y me libera de todo lo mezquino, oscuro, turbio de mí misma y de los demás que me ha crecido en la espalda con un peso imposible a lo largo de los once meses anteriores.
Septiembre de risas, complicidades, reconciliaciones. Septiembre de hilos perezosos formando bordados tranquilos encerrados en el bastidor de madera. Septiembre de paseos ligeros y cálidos y de desnudarse física, mental y emocionalmente al aire, al viento, al mar.
Septiembre bajo un sol que apenas dora los membrillos.
Y para este paréntesis tardoveraniego y mientras llega octubre con su deseada carga de cartera, uniforme, notas y libros nuevos por leer, les he traído una música curiosa. Habrán oído en otras versiones las originales y seguramente sean mejores en su mayoría. Pero él siempre ha sido especial en muchas cosas y a sus 74 años su voz, tocada en ocasiones, sigue teniendo la fuerza y la ilusión de sus inicios.
Solo que más cansada y más sabia. Como septiembre.
Disfruten de ella si les apetece mientras vuelvo y, como siempre, intenten ser felices. Que el otoño anda a la vuelta de la esquina queriendo hacernos la pascua.
VV.AA. - Encanto del Mar: Mediterranean Songs (Canciones del Mediterráneo). Plácido Domingo, barítono solista. Chico Pinheiro, guitarra; Bridget Kibbey, arpa; Rhai Krija, percusión. Canciones de Serrat, Martino, Moustaki, Rodrigo, Merlandi, De Curtis, Rachel, Lama, Zeira, Obradors, Edide Martini y tradicionales andalusí, ladino, chipriota y catalán. Acompañamiento de Barbara Fortuna, Jelena Ciric, Héctor del Curto. Sony Classical, 2014.
G. Klimt (1862-1918)- El anhelo de la felicidad. Friso de Beethoven. (1902). Pabellón de la Secession, Viena.
Amor el más universal, el más amplio, el más hermoso de todos. El que tiene más sentido.
Y la alegría como compañera inseparable y propiciadora del amor humano.
Pero también amor el más irreal, el más efímero, el menos cumplido. El más utópico.
Porque es amor que busca y no encuentra. Amor que quisiera ser abrazado y no halla.
Amor entre los seres humanos. Millones de seres abrazándose en comunión con la Naturaleza bajo la benévola y complaciente mirada de un "ente" superior que no se sabe a ciencia cierta qué es, pero que parece poner paz entre todos los hombres.
¡Qué maravillosa ingenuidad la utopía del siglo XVIII en que el hombre era bondadoso y la medida de todas las cosas! ¡Qué tiempos en el que futuro y la esperanza eran posibles!
La espléndida y sobrecogedora voz del bajo inicia el canto, al que paulatinamente se le unirán los otros tres solistas y el resto del coro, en un espectacular himno que reza más que dice:
¡Oh amigos, no en esos tonos!
Entonemos otros más agradables
Y llenos de alegría
¡Alegría! Alegría!
Alegría, bella chispa divina,
Hija del Elíseo,
Penetramos ardientes de embriaguez,
¡Oh celeste!, en tu santuario.
Tus encantos atan los lazos
Que la rígida moda rompiera;
Y todos los hombres serán hermanos,
Bajo tus alas bienhechoras.
Quien logró el golpe de suerte
De ser el amigo de un amigo;
Quien ha conquistado una noble mujer,
¡Que una su júbilo al nuestro!
¡Sí, que venga aquel que en la tierra
Pueda llamar suya siquiera un alma!
Y quien jamás lo ha podido,
¡Que se aparte llorando de nuestro grupo!
Se derrama la Alegría para todos los seres
Por todos los senos de la Naturaleza;
Todos los buenos, todos los malos,
Siguen su camino de rosas.
Ella nos dio los besos y la vid,
Y un amigo, probado hasta en la muerte;
Al gusanillo fue dada la voluptuosidad,
Y el querubín está ante Dios.
¡Ante Dios!
Alegres, como vuelan sus soles
A través de la espléndida bóveda celeste,
Corred, hermanos, seguid vuestra ruta,
Alegres, como el héroe hacia la victoria.
¡Abrazaos, millones de seres!
¡Este beso para el mundo entero!
Hermanos, sobre la bóveda estrellada
Habita un padre amante.
¿Os prosternáis, millones de seres?
Mundo, ¿presientes al Creador?
¡Búscalo por encima de las estrellas!
¡Allí debe estar su morada!
Seguramente ni Schiller ni Beethoven pudieron pensar nunca ni por lo más remoto que aquella An die Freude del primero y al que el sordo genial pondría una de las músicas más simples, efectivas y hermosas jamas compuesta, se convertiría en un himno mundial a la hermandad entre todos los seres humanos.
No es que hayamos avanzado mucho como individuos en nuestros propósitos.
Pero hoy más que nunca esta oda es necesaria. Porque Hungría cierra estaciones de tren a los refugiados sirios, irakies, afganos: seres humanos que huyen del horror de la guerra, del exterminio, de las bombas, del sufrimiento. Porque Alemania se queja como una colegiala ñoña de que ella está aceptando a más refugiados que nadie. Porque España, en un alarde de cinismo de triple salto mortal, afirma que "aceptará" 1400 refugiados.
Porque precisamente hoy está muy lejos esa hermandad entre los hombres, hacen más falta que nunca estos versos y estas notas.
Por ello, a pesar de la que nos está cayendo y de que parece que no tenemos arreglo como especie, intenten ser un poquito felices.
Y gracias por haber llegado conmigo al final de esta serie amoroso-desesperada.
F.v.Schiller (1759-1805) y L.v.Beethoven (1770-1827) Ode an die Freude (Oda a la alegría)(1785). 4º movimiento de la Sinfonía nº 9, en re menor, op. 125 "Choral"(1818-1824). René Pape, bajo. Jonas Kaufmann, tenor. Waltraud Meier, mezzo. Anne Schanewilms, soprano. Daniel Barenboim, director. Orquesta y coros de la Filarmónica de Berlín. Berlín, 2013. Vía Tilantelcontar