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En el terreno de lo estrictamente musical, bagatela es una pieza ágil y corta sin mayores pretensiones. Su estructura suele ser A-B-A, con coda final y generalmente está escrita para piano.
La primera vez, al menos de forma oficial, en que aparece ese nombre para denominar una composición musical viene de la mano de Couperin con su obra "Les bagatelles", en el libro II de su "10ème ordre pour clavecin", pero han sido muchos los compositores que le han dedicado partituras. Por poner dos de los ejemplos más destacados, seguramente el alemán Beethoven y el austrohúngaro Bartók.
Con todo, no se dejen llevar en exceso de lo que la palabra les sugiere ni de las dos definiciones precedentes. En ocasiones, tanto en un sentido amplio como en el específicamente musical, una bagatela puede esconder bajo su capa de ligereza, liviandad, fruslería, incluso frivolité, auténticos tesoros en forma de pequeñas joyas o preciosistas partituras musicales.
Y ahora seguramente habrá llegado el momento en el que mis queridos lectoyentes se pregunten que a santo de qué viene tanta definición, tanta exquisitez y tanto hablar de repente de bagatelas.
Saben Vds. muy bien que de un ya largo tiempo a esta parte, la condesa que esto les escribe anda sin parar de la ceca a la meca, de Herodes a Pilatos y del gimnasio a la Casa de Campo. Que no doy abasto, vaya. Que por más que lo intento el día ya no se deja estirar más. Que sí, que lo sé, que seguramente es porque me meto en todos los charcos y pretendo ser el niño, la novia y el muerto, todo a la vez. El caso es que sean cuales fueren los motivos, casi ni puedo entrar en la blogocosa.
Y me da mucha rabia francamente. Tenía que intentar encontrar una fórmula para poder permanecer en contacto con Vds. que no me obligara a pasarme dos días fabricando una entrada. No se me ha ocurrido otra cosa que crear una sección en las Variaciones. Y esa sección, ¿a que lo adivinan? -¡qué listos son, mein Gott!- se va a llamar justement: Bagatelas.
Pero no piensen que aprovechando el paraguas que me brinda el nombre la calidad musical va a decrecer. Ni lo piensen. Lo único que va a verse reducido es el tamaño de los post, lo que estoy segura de que no dejaran de agradecerme en el fondo o en la superficie. Este paréntesis me va a permitir dedicar apenas media hora a subir las diferenrtes obras al servidor y poder ofrecérsela a Vds. recien pescada o salida del horno. Aparecerán intercaladas sin previo aviso ni fecha fija entre otro tipo de posts.
Muchas veces se encontrarán con que la entrada se limita a la audición y la ficha discográfica. Otras veces habrá alguna breve explicación de lo que escucharán acto seguido. Podrán disfrutar pues de la música en este blog con más frecuencia de lo que lo hacían últimamente.
No obstante, me gustaría que tuvieran muy claro algo.
No obstante, me gustaría que tuvieran muy claro algo.
No crean que porque no tenga tiempo de sentarme al ordenador voy a colarles lo primero con lo que me tope. No sabría hacerlo. Para mí la música siempre ha tenido un peso emocional importantísimo. Siempre, siempre, siempre, todas y cada una de las piezas que vayan bajo el epígrafe mencionado, significarán algo importante para mí. Un recuerdo que asoma después de muchos años, una brevísima pieza disfrutada en alguno de los numerosísimos conciertos a los que por fortuna puedo acudir este año, una partitura musical que se abre paso cuando estoy contemplando un cuadro, o ensayando un monólogo o haciendo unos patucos. Nada de lo que aquí se ponga me resultará indiferente. Tendrá un significado y un valor. Por recuerdo, afinidad o contraste con lo vivido en el breve lapso de tiempo entre una bagatela y otra. Por necesidad de compartir. Porque la música es el mejor regalo y no pienso desaprovechar los recursos que la blogosfera proporciona.
Verán que la cosa, como siempre, acaba teniendo mucho de narcisista. Se trata de lo que me importa a mí, me conmueve a mí, me horroriza a mí, me recuerda. Pero es que solo puedo hacerlo desde esa óptica; sería absurdo construirla sin una cimentación personal y afectiva. Se vendría abajo. Me temo que tendrán que conformarse con ello. Siempre he considerado que una de las razones de ser fundamentales de esta bitácora es ofrecerles la música que yo puedo disfrutar y así compartirla. El regalo que ella nos hace tanto a Vds. como a mí se merece que pongamos toda la carne de afecto posible en el asador.
Ya, lo sé. Me estoy desdiciendo. Esto de breve no tiene nada. Es cierto. Pero la introducción nos permitirá posteriormente a Vds. y a mí un ahorro considerable de tiempo. Sobrarán las palabras y quedará exclusivamente la música.
Y precisamente porque el martes pasado escuché unas espantosas cuatro bagatelas del op. 126 de Beethoven a cargo de Stephen Kovacevich (les aseguro que hacía mucho, mucho, mucho tiempo que no asistíamos a una interpretación tan espantosa de Beethoven y Schubert -solo se salvaron mínimamente las dos propinas de Bach- y no me vale que me digan que algunas de las grabaciones del sordo a cargo de este buen hombre son de referencia), aquí les traigo las 6 que conforman dicho opus interpretado por uno de mis pianistas favoritos, al que tuve la suerte de ver y escuchar en vivo durante muchos años hasta su retirada: Alfred Brendel.
Nuevamente les recuerdo que no se llamen a engaño. El alemán no inventó la forma bagatela pero si la llevó a un nivel bien alto. Sus obras son breves pero no menores. Se nos mostrarán tal como son: intensas y profundas. Compuestas en 1824 y publicadas un año más tarde, guardan toda la grandeza de la etapa final de Beethoven. Más modernas que la sonata 32, op. 111 y contemporáneas del cuarteto de cuerda op. 132, o de la novena sinfonía, anuncian lo que realmente son: un profundo, penetrante, intuído, presentido, hermoso testimonio vital. Como escribió Santiago Martín hace poco, una despedida.
Yo ya no pinto más. Con ellas precisamente a modo de despedida, les dejo. Y también a modo de bonus track, la bagatela beethoveniana más conocida del mundo mundial y no incluída en ninguna serie ni ciclo: "Für Elise"
Intenten ser todo lo felicies que puedan en estos tiempos de recortes, desahucios, corrupción, faraonismo y mucha, mucha podredumbre. Estoy segura de que nada de todo ello podrá con Vds.
L.v.Beethoven (1770-1827). 6 Bagatelles, op. 126. Alfred Brendel, piano. Grabación entre 1961/4 para Vox Recordings. Brilliant Classics, ?
L.v.Beethoven (1770-1827). Bagatela en la menor, WoO53 Für Elise (Para Elisa). Alfred Brendel, piano. Grabación entre 1961/4 para Vox Recordings. Brilliant Classics, ?
L.v.Beethoven (1770-1827). 6 Bagatelles, op. 126. Alfred Brendel, piano. Grabación entre 1961/4 para Vox Recordings. Brilliant Classics, ?
L.v.Beethoven (1770-1827). Bagatela en la menor, WoO53 Für Elise (Para Elisa). Alfred Brendel, piano. Grabación entre 1961/4 para Vox Recordings. Brilliant Classics, ?