¡Felicidades, don Benjamín!
Me habría gustado prepararle una entrada de las que Vd. se merece, pero últimamente otros quehaceres no me dejan buena neurona alguna que dedicar a este maltrecho blog.
Sólo quería decirle que desde que siendo niña descubrí su Guía de orquesta para jóvenes, pasando por el impacto emocional fortísimo que supuso escuchar por primera vez su War Requiem, hasta hace menos de tres horas en que he salido de disfrutar en directo sus cuartetos nº 2 y 3 por el Emerson Quartett, su música siempre ha sido para mí un reflejo de Vd. mismo. Y si tuviera que definirla con una sola palabra elegiría sin dudar la de nobleza.
Cuando esta tarde los hermosísimos compases del Solo. Very calm de su cuarteto op. 94 llenaban de tranquilidad mi ánimo zascandil, he sentido como nunca antes que expresaban a la perfección su propia despedida. Como el coletazo final de su Muerte en Venecia pero ya privado de las obsesiones que la poblaron.
La serenidad del final.
Su música es hoy imprescindible. Procure no marcharse muy lejos porque lo vamos a necesitar.
B.Britten (1913-1976). Cuarteto para cuerda nº 3, op. 94. III Solo. Very calm. The Maggini Quartett. Via Nickmaestro
4 comentarios:
Una delicia que relaja.
La imagino todo lo contario. Menos mal que encuentra tiempo para ir a conciertos.
Gracias por esta dulzura de melodía.
Y UN FUERTE ABRAZO.
Pues imagina Vd. bien, mi querida costurera.
El único respiro son los conciertos. Me relajan y serenan.
El de ayerde Jordi Savall, fue especialmente hermoso.
Un abrazo muy fuerte, Isabel.
pasaba de pasada a ver si había dejado de pasar del blog,
y mira que grata sorpresa,
el briten este es un diamante
y discrepo, no relaja nada, te engancha cada nota esperando la siguiente.
Hacia la mitad ese violín loco como una mariposa te pone a 100
Bueno, de aquí a nada podrá batirse con el señor de Batz,
ya nos cuenta
Un saludo
Hizo Vd. bien en pasar para que vea que no paso. Y mucho menos de Britten. Bastante sentí no poder poner ni una sola nota cuando el cumpleaños de Verdi (luego dirá Almazán que es que se me ven las intenciones).
Pues tanto su sensación como la mía pienso que son compatibles en este movimiento de Britten. Depende de sí Vd. tiene el ánimo marchoso o necesitado de que le ralentí en un poco el ritmo, como me ocurre a mí últimamente.
Por lo que respecta a la esgrima pues para qué voy a engañar la, querida. Dura, durísima, que no es la teatral sino la olímpica y ésa duele, se lo digo yo. Pero de entrenar con Monsieur de Batz, ríen de ríen, que no están los tiempos ni para batirse en broma.
Un beso muy fuerte, querida y pásese de tanto en tanto que es posible que, a no mucho tardar, haya novedades.
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