Amor que no quiere ser. Amor que duda en un primer momento pensando que quizá esta vez por fin sí, pero que inmediatamente recula y se desdice.
Amor que no quiere comprometerse porque sabe que al hacerlo sufrirá. Amor que busca en vano placeres, alegrías mundanas, diversión, fiestas.
Amor que se sabe atrapado de antemano.
Amor que, en un gesto de simplicidad bellísima, pretende alejarse del sufrimiento y el desprecio porque tiene el pálpito de que acabará sufriendo ambos.
Amor terrible, el más terrible de todos porque no quiere ser, aunque pida a gritos existir.
Amor dramático que conduce a la perdición, al dolor y a la pequeña dicha efímera de una felicidad muy pasajera.
Amor que sabe con certeza que no podrá sobrevivir.
Violetta se plantea la duda de si Alfredo puede ser el gran amor -él sí- hasta que, desechando la idea y negándoselo a sí misma, hace su personal declaración de intenciones. ¡Qué ingenua!, como si el amor no la hubiese atrapado ya. Eso sí parece tan convencida de lo que dice... Escúchenla:
Violetta
¡Locuras! Locuras!
Solo vanos delirios.
Pobre mujer sola, abandonada,
En este desierto lleno de gente,
Llamado París.
¿Qué puedo esperar aún?
¿Qué debo hacer..?
¡..Gozar, perecer en remolinos
de voluptuosidad!
¡Gozar! ¡Gozar!
Debo permanecer siempre libre
y revolotear de placer en placer.
Quiero que mi vida transcurra siempre
por los caminos del placer.
Que el día, nazca o muera,
me halle siempre alegre
y mi pensamiento volando
hacia placer siempre nuevos.
Alfredo
¡El amor! El amor es el latido
de todo el universo.
Violetta
¡Oh, amor!
Alfredo
Misterioso, excelso.
Martirio y delicia del corazón.
Violetta
¡Locuras!,locuras!
¡Gozar! ¡Gozar!
Debo permanecer siempre libre
y revolotear de placer en placer.
Quiero que mi vida transcurra siempre
por los caminos del placer.
Que el día, nazca o muera,
me halle siempre alegre
y mi pensamiento volando
hacia placer siempre nuevos.
Alfredo
El amor es el pálpito del universo.
Violetta
¡Oh, amor! ¡Locuras! ¡Gozar!
Déjense llevar, háganme caso. Gozar, hacer locuras, vivir, sentir el placer no son malos consejos. Todo ello les conducirá casi con seguridad a pequeños momentos felices. No se los nieguen.
G. Verdi(1813-1901) - Sempre libera (Libre siempre). De la ópera La Traviata. Libreto de Francesco Maria Piave. Acto I, escena final. Ana Netrebko, soprano, Violetta. Rolando Villazón, tenor, Alfredo. Carlo Rizzi, director musical. Willy Decker, director artístico. Orquesta Filarmónica de Viena. Festival de Salzburgo. Agosto, 2005. Vía USXTX
4 comentarios:
Sempre libera, libera, libera
Un abrazo.
Como Vd., querida. Sempre libera.
Un abrazo grande.
No rechazo este amor cuando se presenta. ;)
petons
No debes, Miquel, no debes.
Un beso muy fuerte.
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